[Educación Inclusiva] Felicidades de parte de un jubilado

[Manuel Espejo]

		Hola:
      Me llamo Manolo Espejo y hasta hace unos meses, he sido profesor de lengua en el colegio Antonio Vicente Mosquete, es decir, el colegio para alumnos ciegos que todavía queda en España.
      No pensaba estar en esta lista porque no les veía mucha utilidad  a las listas así en general y porque me sentía el abuelo cebolleta con tanta gente joven. Pero me apunté por una única razón: porque recibí un mensaje de Yaque, una de las alumnas a quien más he querido y una persona luchadora, cariñosa y genial con una familia estupenda y pensé que eso era motivo suficiente para estar y ahora me alegro muchísimo.
     En los temas de exámenes y apuntes, poco podía aportar y de hecho me saltaba muchos. Pero con esto del acoso escolar me he quedado realmente impresionado. 
     Tengo que deciros que lo primero que me ha llamado la atención, quizá por deformación profesional como profesor de lengua, es lo bien escritos que están todos los textos. Ya cada vez es más infrecuente ver redacciones cuidadas y un uso del lenguaje preciso, correcto y elegante, algo fundamental porque para expresar cosas complejas hay que servirse de la lengua de manera adecuada y por eso es tan importante el análisis sintáctico, manejar un vocabulario amplio y tomarse el tiempo de corregir y pensar. 
     Pero sobre todo, claro, me impresionan testimonios tremendos y siempre pensamos qué se puede hacer y quién puede hacerlo.
      Lo que quería plantear ahora es que quizá como en vacaciones tendréis más tiempo para escribir, sería bueno reflexionar más allá del acoso, sin dejarlo, en las dificultades que las personas ciegas tenemos para relacionarnos con las que no lo son.
     Yo viví en los ochenta el auge de lo que se llamó “integración”, que luego se desechó o se amplió con la inclusión y el meanstream y toda la pesca pero como con la discapacidad, diversidad funcional y demás conceptos, las palabras no dejan de ser formas de acceder a la realidad. El caso es, que me lío, que cabía pensarse que con más medios, más conciencia social y más formas de denuncia, las barreras que marginal izaban a  los ciegos estaban cayendo. Ya sé que nunca caen del todo, que el proceso es largo y que ya firmaríamos dar un paso atrás por cada dos adelante pero parece que no es así. Por lo que podemos deducir, la dispersión de las personas ciegas y otras muchas razones hacen que los lazos de solidaridad grupal desaparezcan mientras el gueto sigue prácticamente intacto, con lo que la soledad y el desamparo son mayores.
     En fin, que os felicito por la iniciativa y que espero que contéis más experiencias, positivas también, porque en la burbuja estamos todos y cada uno cree que su realidad es la única que existe y aunque por supuesto para cada persona esas circunstancias son lo más importante porque son su vida, la vida no acaba ahí y es bueno que entre todos podamos entender lo que pasa y si ya somos capaces de esbozar remedios o algo parecido a avances, pues estupendo.
      Lo dicho: abrazos, ánimo y seguimos.